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La aportación del voluntario de salud mental luego de un desastre

La aportación del voluntario de salud mental luego de un desastre

La Cruz Roja Americana realizó una respuesta amplia en la isla para ayudar a las familias afectadas luego del huracán María. Aparte de la distribución de filtros de agua, generadores, agua y comida, voluntarios de salud mental visitaron familias para darles apoyo emocional y ayudarlos a iniciar el camino hacia la recuperación. Una de estas voluntarias es la psicóloga Vivian Ferrer Delgado, quien se unió a la Cruz Roja por una convocatoria realizada por la Asociación de Psicólogos de Puerto Rico.

Vivian visitó familias de diferentes municipios para proveerles un espacio para ventilar, darles apoyo emocional y empoderarlos con estrategias saludables para el manejo de estrés y ansiedad. De igual forma, orientó y brindó capacitación en primeros auxilios psicológicos y proveyó herramientas de recuperación psicológica. Además, en estas visitas los profesionales de salud mental también evaluaban peligrosidad para hacer referidos pertinentes de ser necesario.

La labor voluntaria que realizó Vivian a través de la Cruz Roja le permitió tener una experiencia inigualable. Según expresa, “sentirse útil en momentos de crisis me ayudó al proceso propio de recuperación psicológica. Durante el operativo, mi orgullo como puertorriqueña creció aún más. Fui testigo de las acciones más desinteresadas y benévolas que jamás hubiera imaginado vivir. Ver a mis compatriotas compartir lo poco que tenían y hasta ofrecernos comida y café, fue un gesto constante en la mayoría de las comunidades que visitamos. El agradecimiento por estar, escuchar y ofrecer servicios a quienes lo necesitaban fue genuino y dio sentido a mi decisión de pertenecer a un grupo tan especial como lo es la Cruz Roja”, comentó Ferrer.

Foto suministrada: En la etapa de respuesta, la Dra. Vivian Ferrer y otros compañeros de salud mental y salud visitaron el Campamento de los Olvidados en Utuado.

Dentro de las experiencias que más la marcaron fue una visita en el pueblo de Ponce a una familia que había perdido a su hijo en el medio de la crisis y también su medio de sustento ya que eran agricultores y el huracán destruyó su cosecha. Sin embargo, “esa familia fue vivo ejemplo de la resiliencia. A semanas del huracán, el padre de familia estaba sembrando nuevamente tres arbolitos para volver a comenzar. Nos recibieron con agradecimiento y compartieron su experiencia del huracán y posterior pérdida de su hijo. Aunque referían un vacío profundo, tenían la capacidad de aferrase a lo que les quedaba y no a lo que habían perdido. La grandeza de su humanidad e inteligencia emocional fue algo que siempre se quedará en mí”, puntualizó.

El camino hacia la recuperación luego del huracán María es largo y aún continúa en el marco del primer aniversario del desastre. Dentro de las lecciones aprendidas por su experiencia, ella destaca que “el ser testigo de que somos más humanos en momentos de escasez y catástrofe me proveyó una apreciación nueva por la humanidad.” La labor de los voluntarios de salud mental de la Cruz Roja fue vital para ayudar a las familias iniciar el proceso de recuperación. La psicóloga licenciada Vivian Ferrer, quien en el día a día trabaja como psicóloga en un hogar de modificación de conducta de adolescentes y en un colegio de enseñanza individualizada, participó activamente con nuestro equipo de respuesta.

La Cruz Roja Americana Capítulo de Puerto Rico agradece el apoyo recibido por la psicóloga y de todos los voluntarios de salud mental que estuvieron presente desde el primer día para ayudar a la gente de Puerto Rico. Para más información sobre las oportunidades de voluntariado, llame al 787-758-8150 o acceda cruzrojapr.net.

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