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Bromas pesadas en el área de trabajo

Bromas pesadas en el área de trabajo

¿Cuándo fue la última vez que hizo o le hicieron una broma como esperarlo detrás de una puerta para asustarlo o lo empujaron «jugando» o recibió un «golpe de un amigo»? Todas esas bromas y muchas más se hacen todos los días en la mayoría de las empresas. ¿La razón? Solo por “jugar” o salir de la rutina laboral.
La risa y la diversión son una medicina importante en esta vida de tanta tensión. Desafortunadamente hay empleados que no están satisfechos si no le están dando una sobredosis a alguno de sus compañeros por medio de bromas pesadas o comentarios que van más allá de lo gracioso.
Nadie duda del buen ánimo con que éstas se hacen, pero al final, solo son hechas por personas que no tienen claro el concepto de los riesgos a los que exponen a sus amigos o compañeros de trabajo ni a ellos mismos.
Al bromista le gusta impresionar a los que están a su alrededor por su destreza o habilidad para amedrentar, avergonzar, humillar o sencillamente hacer quedar en ridículo a otra persona, con el fin de atraer la atención de alguien o ganar reconocimiento. A pesar de que a nadie le gusta ser víctima de una broma pesada, muchos las toleran y no hacen nada por detener al (la) causante, hasta que la broma termina en consecuencias incómodas o lamentables para quien (es) la recibe (n).
Aprovechar el descuido de una persona que está concentrada en sus tareas, tomando un descanso o simplemente distraída, es una pésima práctica. Tome en cuenta que a muchos de sus compañeros no les gusta ser sorprendidos.
A continuación, algunos ejemplos de accidentes que me ha tocado presenciar causados por estos bromistas:
• Un trabajador se encontraba en el tercer nivel de un andamio. Desde allí estaba izando una caja con materiales y su compañero abajo, decidió sostener la cuerda para jugarle la broma de impedir que la subiera. El trabajador del nivel superior hizo fuerza adicional y en ese momento su compañero de abajo soltó la cuerda. El trabajador de arriba, al no tener la resistencia adicional cayó de espaldas, golpeándose fuertemente en la nuca.
• En la cafetería de otra empresa, un compañero decidió quitarle a otro una botella de agua. El segundo opuso resistencia y ambos tropezaron contra una puerta de vidrio.
• En una planta de producción unos compañeros le hicieron al operador del montacargas la broma de atar una cadena desde el montacargas hasta una columna de soporte del techo de la planta. El operador que había inspeccionado el área antes de subir al montacargas, arrancó con tranquilidad y derrumbó parte del techo de la planta.
• Un empleado acostumbró a llamarle a su compañero por un sobrenombre. Este último, se cansó de repetirle que no le llamara de esa manera. La tensión entre ambos se elevó tanto, lo cual provocó que se enfrascaran en una seria discusión y como resultado, una pelea.
Es muy importante que usted tenga claro que las bromas no son una buena práctica de trabajo y que pueden tener severas consecuencias tanto para aquel que las recibe como para el bromista que las hace. Aprenda de las experiencias ajenas y evite lamentarse de las experiencias propias.
No confunda el buen humor con la pesadez y el mal gusto; sus compañeros, no vienen todos los días con el humor de recibir bromas. Recuerde que el respeto es primordial en las relaciones laborales; manténgase al límite de lo que es un comentario gracioso y una broma pesada. Haga de su área de trabajo una segura y saludable.
Por: Zaymar Quiles Greó, COT, REM
OSHA Certified Trainer

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