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Partículas Flotantes en el Ojo

Partículas Flotantes en el Ojo

¿Alguna vez cuando miras has visto manchas, puntos, hilos o telarañas que flotan delante de tu punto focal o en el campo visual? Estos son cuerpos flotantes o “moscas volantes”. Estas manchas son partículas que se mueven o flotan en el interior de nuestro ojo y el parpadear no hace que desaparezcan. Las vemos más frecuentemente en ambientes iluminados o en superficies con fondos claros (ej. pantalla de la computadora o televisor). La sombra de estas “moscas volantes” se proyecta en la retina usando la luz que atraviesa el ojo. La retina es la capa de células que recubre la parte más interna del ojo, percibe la luz, y permite ver.
Las manchas flotantes pueden ser causadas por varias condiciones oculares, pero comúnmente las vemos por la edad. Por lo tanto, las manchas flotantes son un síntoma común en nuestra población ya que todos eventualmente las desarrollaremos con la madurez.
La edad es la causa más común de que ocurran flotadores, pero también puede presentarse en pacientes con historial de miopía, trauma ocular, operados de cataratas y luego de cirugía con láser intraocular. También pueden estar asociados a enfermedades oculares como la hemorragia vítrea, uveítis o inflamación intraocular y desprendimiento de retina. La hemorragia vítrea se puede ver como complicación en pacientes diabéticos o hipertensos con retinopatía.
Estos flotadores surgen cuando partículas o células se acumulan en lo que se conoce como el humor vítreo. El humor vítreo es una gelatina que rellena el espacio interno o cavidad del ojo. Se extiende desde la parte posterior del iris en su parte anterior y en su parte posterior se encuentra adherido a la retina. Cuando nacemos y a lo largo de la juventud, el humor vítreo tiene una consistencia gelatinosa. A medida que maduramos con la edad, el humor vítreo comienza a disolverse y licuarse, cambiando su consistencia. Es entonces cuando podemos comenzar a ver las sombras de estas partículas en nuestra visión.
El gel del vítreo, ahora en un estado más acuoso, se puede comenzar a separar de la pared posterior del ojo, ocasionando lo que llamamos un desprendimiento del vítreo posterior. Durante este proceso podrían ocurrir complicaciones ya que al despegarse el vítreo, este puede halar y causar perforaciones o desgarros en la retina que necesitarían ser atendidos emergentemente.
Notar algunos flotadores de vez en cuando no es razón para preocuparse. No obstante, si observa una lluvia de cuerpos flotantes y manchas, especialmente si son acompañadas por destellos de luz, deberá recurrir inmediatamente a la atención médica de un oftalmólogo ya que estos son signos y síntomas de un desgarro en la retina.
En conclusión, los cuerpos flotantes no se pueden prevenir. Lo que sí se puede es detectar a tiempo son las posibles complicaciones relacionadas con ellos. Es importante que consulte a un oftalmólogo si aparecen nuevos cuerpos flotantes repentinamente, si ve centelleos de luz o experimenta una pérdida de visión en su campo visual.
Por Dra. Rosaliz Portela/Especialista Vítreo y Retina

La Dra. Portela es miembro Junta Americana de Oftalmología (AAO), de la Sociedad Puertorriqueña de Oftalmología y de la Sociedad Americana de Especialistas en Retina (ASRS)

 

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