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Minimizar las rabietas en los niños con Autismo

Minimizar las rabietas en los niños con Autismo

Por: Dra Fermina Liza Román
Psicóloga

El autismo es un trastorno neurológico del desarrollo que afecta la capacidad de una persona para regular la entrada de información sensorial, la capacidad de comunicarse y de interactuar socialmente. El espectro del autismo es sumamente amplio por lo que no hay dos niños iguales, bien pueden tener similitudes sin embargo cada cual tiene sus propias fortalezas y debilidades. Por lo regular los niños con autismo presentan un mayor número de rabietas de mayor intensidad, las mismas se manifiestan en forma de llanto, gritos, patadas, golpes (autoagresión, o agresión a otros) y emocionalmente se acompañan de sentimientos de ira, frustración y tristeza.

Por lo general las rabietas tienen dos finalidadades: escapar de un estímulo o situación u obtener algo a cambio. Los niños con autismo también presentan crisis sensoemocionales que es una sobre carga emocional a sentirse abrumado cuando hay que procesar demasiada información sensorial. Así que lo primero que debemos aprender es a distinguir cuando tenemos una crisis vs una rabieta. La diferencia no siempre es sencilla, pero podemos comenzar sabiendo que las rabietas tiene un objetivo definido y terminan cuando obtienen lo que quieren, mientras que la crisis esta fuera del control del niño, se desencadena por sobrecarga sensorial (ej: exceso de ruidos o estímulos) y suele terminar cuando el niño se agota o cuando hay un cambio en la cantidad de estimulación sensorial. Las rabietas fácilmente pueden convertirse en un crisis.

Como padres, cuidadores, maestros o terapeutas debemos aprender a conocer las fortalezas y debilidades del niño con autismo para de esta forma poder discernir la causante de las rabietas o crisis y prevenir las mismas ya que la mayoría de los casos, la barrera de la comunicación y la falta de comprensión de las necesidades en los diferentes entornos (escolar,familiar o social) pueden provocar estas reacciones

Para minimizar las rabietas es necesario entablar un sistema de comunicación con el niño ya sea verbal, por señas o láminas. Los niños con autismo pueden aprender a comunicar sus deseos o necesidades efectivamente aunque no sea de la forma convencional que conocemos. Existen métodos de comunicación por intercambio de imágenes como el método PECS y TEACCH. Los niños dentro del espectro gustan de conocer su entorno y saber que se espera de ellos en determinado lugar o momento por lo que alteraciones en el ambiente por mínimas que parezcan pueden alterar sus emociones. Los niños con autismo necesitan conocer de antemano cuando se avecina un cambio y prepararle para las transiciones anunciándole las mismas varias veces para que no le tomen de sorpresa. Los ambientes estructurados y predecibles son uno nuestros mejores aliados. Sabemos que en algunos momentos los niños serán expuestos a ambientes nuevos, mientras esa exposición al nuevo ambiente o actividad este en su control, debe llevarse a cabo de forma planificada y gradual, es decir ir aumentando el tiempo de exposición poco a poco. Es importante acompañar la exposición con refuerzo positivo, (algún tipo de gratificación) ya que esto permitirá que la conducta se repita. Si el niño experimentara una crisis en el proceso retiré al niño del entornos tan pronto como sea posible e intente llevarle a un espacio silencioso donde pueda tener un momento para calmarse e intente la exposición en otra ocasión.

Dia a día usted conocerá y enterará mejor a su niño con autismo, mientras tanto mantenga el buen ánimo, saque tiempo para usted y su cuidado, hable con otros padres y edúquese día a día para mejorar su calidad de vida y la de su familia. Un día a la vez.

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