Migraña
No todos los dolores de cabeza son migrañas, ni todas las migrañas cursan con dolores de cabeza. La cefalea o dolor de cabeza es una de las formas más comunes de dolor. Aunque su causa es desconocida, el dolor que la produce se debe a una dilatación de las arterias situadas en el cráneo. Una migraña es un dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales.
Aunque la migraña puede iniciarse a cualquier edad, generalmente empieza en personas entre 10 y 30 años de edad. A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en varones. Las causas exactas de las migrañas se desconocen, aunque se han estudiado varias teorías. Actualmente se cree que la migraña es un trastorno constitucional con base genética. Las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada persona, pero las más frecuentes son: herencia, edad, estrés y ansiedad, hormonas, ingestión de alcohol y dieta, algunos alimentos y bebidas, falta o exceso de sueño y por ultimo factores medioambientales. No se dispone de ninguna prueba de laboratorio que sea útil para el diagnóstico de la migraña, aunque, debido a su patrón específico del dolor, suele resultar fácil identificarla.
Alrededor del 20 por ciento de las personas manifiestan síntomas de depresión, irritabilidad, inquietud, náuseas o falta de apetito, que aparecen unos 10 a 30 minutos antes de iniciarse el dolor de cabeza (período denominado aura o pródromo). Existen diversos tipos de migrañas: la migraña con aura o sin aura, con o sin cefalea. El 90 por ciento de los pacientes sufren los tipos de migraña más frecuentes, que son:
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Cefalea de tensión: es un dolor leve o moderado. Puede estar provocado por el estrés, malas posturas, fatiga o depresión.
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Cefalea de racimo: Es más frecuente en mujeres. Se trata de un dolor en uno de los lados de la cabeza que se extiende hasta llegar al ojo. Puede durar unos 15 minutos y a menudo ocurre por la noche.
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Migrañas o jaquecas: Constituye un conjunto de síntomas entre los que se encuentran, además del dolor de cabeza, vómitos, náuseas, sensibilidad a la luz y al ruido. Las migrañas son trastornos que tienen base hereditaria. El dolor suele localizarse en una parte de la cabeza o en toda. Tiene un carácter pulsátil y se acompaña de un malestar generalizado. Este dolor empeora normalmente con la actividad física y mejora con el reposo.
Aunque todas las migrañas están asociadas con el dolor, difieren en su severidad y su frecuencia. Por ello es necesario crear un tratamiento a medida que atienda las necesidades individuales de cada enfermo. Existen cuatro agentes diferentes para el tratamiento individual de las migrañas:
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Analgésicos.
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Antieméticos.
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Ergotamina.
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Triptanes. Algunos tratamientos combinan varios agentes, pero su abuso puede agudizar el problema en lugar de aliviarlo.
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La terapia de retroalimentación eléctrica monitoriza las sensaciones del cuerpo, desde la temperatura hasta la tensión muscular.
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Terapia cognitiva: consiste en aprender a controlar los pensamientos y reducir los de naturaleza negativa. Esto permite que el enfermo controle el estrés y las situaciones en la que es probable que se desencadene un ataque.
Consejos a tener en cuenta:
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Tener siempre consigo una dosis de los fármacos prescritos por el médico y tomar los medicamentos de la forma descrita por el médico
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Consumir sólo los medicamentos prescritos por el médico. No utilizar dosis más altas de las recomendadas. No dejar de tomarlos sin consultar antes con el médico. Algunos fármacos hay que dejar de consumirlos gradualmente para evitar efectos secundarios no deseados.
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Si no se ha podido tomar una dosis, hacerlo tan pronto como sea posible -excepto si es el momento de la toma de la siguiente. En ese caso olvidar la anterior, ya que no se deben doblar las cantidades recomendadas.
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Después de tomar un fármaco contra las cefaleas enciérrese en una habitación oscura y silenciosa hasta que el dolor comience a mejorar.