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Lo que debes saber sobre: exposición, tantrum y autismo

Lo que debes saber sobre: exposición, tantrum y autismo

El autismo es un trastorno que afecta los patrones de comunicación y socialización en niños y adultos. Una de las formas de terapia utilizadas es la modificación de conducta. Esta terapia ayuda a mejorar la socialización con otras personas y aguantar sonidos externos ambientales, entre otros. Para que sea efectiva y conocer los resultados de la misma, los niños y adultos deben ser expuestos a lugares fuera de su ambiente cotidiano. Cuando se va a exponer a un niño con autismo a ambientes a los que no están acostumbrados debido a su rutina, se le debe notificar a su equipo de terapistas. Estos podrán orientar a los padres o tutores sobre cómo realizar la exposición de la manera más efectiva. Por ejemplo, si se tiene planificado exponer al niño a un centro comercial, el psicólogo o terapista le aconsejará al padre a que previamente le muestre fotos de ese ambiente, le indique qué día van a visitarlo y limite el tiempo en que estarán en el.
Cuando se expone al niño a ambientes o experiencias fuera de su rutina sin una preparación previa podemos provocar en ellos los llamados tantrums o crisis. Este se puede manifestar como llanto, gritos e ira que pueden afectar la seguridad tanto para el niño como para las personas a su alrededor. Lo ideal es preparar al niño y a nosotros mismos por lo menos con dos semanas de anticipación a la exposición para manejar la situación. El padre o tutor puede prepararse armando un bulto con diferentes objetos que sean familiares para el niño para ayudarlo a calmarse en caso de que le sobrevenga una crisis. En el caso de que cuando llegue el día de la exposición al acercarse al lugar el niño presenta un tantrum, el adulto debe negociar con él regresando al automóvil y expresándole nuevamente lo que se quiere hacer y restablecer el tiempo de estadía. Si se negocia con el niño estar media hora, debemos cumplir. Si el niño cumple su parte debemos darle un refuerzo positivo, como por ejemplo llevarlo a comer a algún lugar algo que a él le guste.
Exponer al niño a ambientes fuera de su espacio acostumbrado no solo les ayuda a ellos a la socialización, ayuda también al resto de la población a verlos interactuar y a comprender el autismo mucho mejor. Es importante la participación orientada del resto de la familia en estos procesos para que sean solidarios con los padres y tutores.
Información suministrada por SER de Puerto Rico

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