Las Artes Marciales Como Método de Modificación de Conducta
Como psicólogo licenciado, profesional en intervenciones en crisis y maestro en artes marciales, me he interesado grandemente sobre la raíz de muchas de las conductas oposicionales desafiantes, las cuales afectan a muchos jóvenes y adultos en Puerto Rico, las cuales eventualmente terminan desencadenándose en problemas con los demás y con la justicia, al no trabajarse a tiempo y con profesionales que tienen el conocimiento pertinente.
Decidí crear un estilo de artes marciales, el cual integrara mis conocimientos en el área tanto de la psicología, como en los artes de defensa (karate, kung-fu, boxeo), los cuales he tenido la oportunidad de practicar desde los nueve años de edad y a través de mi vida. Personalmente puedo indicar que dicha práctica me ha servido para lograr una conducta ejemplar, obtener mis títulos universitarios, alcanzar las metas que me he establecido durante la vida, pero sobre todo ser un mejor ser humano.
Durante mis años como profesional de la conducta humana, he sido testigo del efecto titánico y formidable que tienen las artes marciales cuando se trata de modificar una conducta no apropiada, ya que a través del mismo se canaliza de forma apropiada el coraje, la desestabilización emocional, la ansiedad, el estrés, la frustración y además crea estructura en el participante, lo cual es esencial en cambiar una conducta, se enseña el verdadero significado del respeto, la amistad, se desarrolla la competitividad, valor hacia los demás y hacia uno como persona, dignidad, valentía, honestidad, solidaridad, entre otras cosas.
Otros beneficios de las artes marciales tanto físicos como mentales lo son: el desarrollo de la condición física en el área motora (coordinación, postura, movimiento), además de desarrollar la fuerza muscular, flexibilidad, resistencia, mejorar su estado de ánimo, quemar calorías, dormir mejor (ya que te permite tener mejor concentración en el día y aumentar tu productividad) y por ende tener una mejor calidad en cuanto a la salud mental, reduciendo la ansiedad y depresión, al liberar endorfinas y serotonina, los cuales son neurotransmisores asociados a la felicidad.