Ostitis es un término general para referirse a la infección o la inflamación del oído. La otitis media aguda (OMA) consiste en un proceso de tipo infeccioso-inflamatorio que afecta al tejido conjuntivo-epitelial que recubre la caja del oído medio. Casi siempre hay participación tubárica y mastoidea, es decir, que suele afectar también a las trompas de Eustaquio y a la mastoides.
El oído está formado por tres partes: el oído externo o conducto auditivo externo, el oído medio y el oído interno o laberinto. El oído medio es una cavidad aérea formada por tres partes comunicadas entre sí: en el centro de este sistema se sitúa la caja del oído medio que, por delante, comunica con la trompa de Eustaquio y, por detrás, con la mastoides.
La caja del oído medio tiene forma de cubo irregular, de seis caras. La trompa de Eustaquio comunica la caja del oído medio con la rinofaringe (espacio que queda por detrás de la nariz). La estructura de la mastoides está constituida por una parte compacta y otra formada por cavidades neumáticas o celdas mastoideas, que le dan el aspecto de un panal de abejas. De todos esos espacios aéreos, el más importante es el antro mastoideo.
Causas generales de la otitis
Edad: la otitis es una enfermedad muy frecuente en la infancia y ocupa el primer lugar entre las urgencias pediátricas. Es más frecuente entre los 6 y los 24 meses de vida.
Succión: durante la misma, las paredes laterales de la rinofaringe (parte de la faringe que está a la altura de la nariz) comprimen los orificios de drenaje de la trompa de Eustaquio. Esto facilita el paso de alimento líquido-pastoso hacia el interior de la trompa y posibilita su infección. Ocurre lo mismo en el caso de vómitos repetidos, la regurgitación (la comida vuelve a la boca) y el uso del chupete.
Dentición: no se conocen los mecanismos por los que la aparición de los dientes favorece la presencia de otitis, pero la relación estadística es inequívoca.
Síntomas de una otitis
Fase serosa – Se inicia con sensación de taponamiento auricular, autofonía (escucharse a sí mismo) e hipoacusia (pérdida auditiva, sin llegar a ser sordera) debida al fenómeno de vacío producido en la caja del oído medio. Puede haber otalgia leve (dolor de oído). En ocasiones el niño muestra síntomas de desequilibrio debidos al hundimiento de la platina del estribo en el laberinto, producido por la baja presión del oído medio.
Fase de presupuración/supuración – Esta fase se caracteriza por la otalgia progresiva que se hace intensa, pulsátil e irradia (se extiende a otra zona). El niño llora intensamente y agita las manos sobre los oídos, o gira la cabeza sobre la almohada. Se produce también la hipoacusia. Aparecen los síntomas generales: febrícula o fiebre, astenia (cansancio) y anorexia (falta de apetito), intranquilidad y vómitos.
Fase de perforación (exteriorización) – Cuando el tímpano se perfora y la supuración drena a través de él, los síntomas mejoran o desaparecen. Si persiste el dolor en un oído afectado de otitis, una vez que el tímpano se ha perforado y ha exteriorizado la supuración, debemos pensar en una posible complicación.
Tratamiento de una otitis
Antiinflamatorios y analgésicos: los tratamientos más utilizados son el ácido acetilsalicílico, el paracetamol y el ibuprofeno. Excepcionalmente, en las otitis medias agudas de repetición, se pueden utilizar corticoides a dosis adecuadas, durante periodos muy cortos, sin repetición de pauta.
Antibióticos: amoxicilina + ácido clavulánico, cefixima. Si el paciente es alérgico a β-lactámicos, el tratamiento más adecuado es trimetoprima, sulfametoxazol o azitromicina.
Por: Dr. Luis Paz, MD Especialista en Medicina de Familia
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