La importancia de unos riñones sanos
Para entender porque debemos cuidar nuestros riñones y mantener saludable todo nuestro sistema urinario debemos conocer las funciones del mismo. Las funciones principales de los riñones se categorizan en tres:
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Mantener el balance en la composición del cuerpo, principalmente regular el sodio, potasio, cloro, calcio, magnesio y fósforo (electrolitos importante para el buen funcionamiento de los órganos).
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Excreción de los productos finales del metabolismo (toxinas) y sustancias extrañas al cuerpo (drogas).
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Secreción de enzimas y hormonas que regulan la presión sanguínea (renina), maduración de las células rojas en la médula ósea (eritropoyetina) y el balance del calcio y fósforo (vitamina D3).
Si pensamos en todas estas funciones podemos comprender y extrapolar como unos riñones enfermos podrían afectar nuestra calidad de vida, manifestándose en síntomas y signos en nuestro cuerpo. Por ejemplo, nos podemos sentir cansados, con mareos por hemoglobina baja y esto puede ser secundario a una pobre secreción de eritropoyetina por riñones enfermos o nos podemos sentir agitados, descontrolarse la presión sanguínea e hincharnos (edema) y tener arterosclerosis acelerada a causa de un fallo en los riñones, y así otros sistemas que se afectan. Algunos síntomas generales de problemas serios de funcionamiento en los riñones lo son: anorexia, náuseas, vómitos, diarreas, insomnio, dolores de cabeza, calambres, pruritus (picor), enfermedad ósea, tendencia a sangrar mucho, gastritis y otros.
Hay enfermedades sistémicas que afectan los riñones, las más comunes son: diabetes mellitus I y II, hipertensión, problemas de colesterol, arterosclerosis, obesidad, hábitos tóxicos como cigarrillo y drogas ilegales, medicamentos que son nefrotoxicos, procesos inflamatorios sistémicos como lupus eritematoso sistémico (SLE) y otros.