La dislipidemia enemigo silencioso
La dislipidemia es una enfermedad que se caracteriza por niveles elevados de triglicéridos y colesterol total o niveles bajos de lipoproteína de alta densidad (mejor conocido como colesterol bueno o HDL). La dislipidemia aumenta la formación de placa ateromatosa en los vasos sanguíneos conocidos como arterias, aumentando así el riesgo de sufrir un infarto del corazón, del cerebro, enfermedad del riñón y enfermedad periferovascular (oclusión en las arterias de las piernas). Existe evidencia científica que asocia los niveles elevados de la lipoproteina de baja densidad (mejor conocido como colesterol malo o LDL) con un aumento de enfermedades cardiovasculares. Este desorden puede ser hereditario o causado por los estilos de vida. Las causas genéticas pueden provocar aumento en la formación del colesterol o la disminución en la eliminación de éstos. En el occidente las causas secundarias más comunes son las dietas altas en grasas, azúcares y la falta de actividad física. El diagnóstico depende de pruebas de sangre donde se determina sus niveles en plasma. Existen guías médicas que dirigen a su médico a individualizar los niveles adecuados, dependiendo el riesgo cardiovascular estimado para cada paciente. Un ejemplo sería si usted padece de diabetes, infarto previo o enfermedad arterial periferovascular, donde se recomienda un LDL menor de 100 mg/dl.
Los niveles adecuados se pueden alcanzar con una dieta baja en grasas saturadas, alta en fibra soluble (mayor de 25 gr diarios), y ejercicio. Hay muchos alimentos altos en fibras como lo son los granos completos, los frijoles, la avena, las frutas, y algunos vegetales. Algunos de los productos altos en ácidos grasos de Omega 3 que pueden ayudar a reducir los niveles de triglicéridos son: atún blanco, salmón, arenque, anchoas, trucha, sardinas, semillas de girasol, nueces, pistachos, almendras, semillas de lino, avellanas, y piñones. Se recomienda ejercicio cinco días por semana de 30 a 60 minutos. De no alcanzar las metas luego de cambiar estilos de vida o padecer de desórdenes genéticos su médico podría recomendarle medicamentos que disminuyan la producción de colesterol o que aumenten la eliminación del mismo. La próxima vez que visite su médico pregúntele sobre su riesgo cardiovascular y qué niveles de colesterol son adecuados para usted.