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La alimentación del paciente diabético

La alimentación del paciente diabético

Por: Lcda. Lilliam Herrera
Nutricionista

 

Cuando el médico te dice que tienes diabetes, lo primero que te viene a la mente es ¡que tengo diabetes! y ¿ahora qué hago? Para comenzar, debes de aprender un poco sobre la diabetes para poder lograr un mejor manejo de esta. La diabetes se define como un grupo de trastornos metabólicos caracterizados por niveles altos de glucosa en sangre (hiperglucemia). Existen varios tipos de diabetes, y entre estos están la diabetes tipo 1, la diabetes gestacional y la diabetes tipo 2. La diabetes tipo 1 es más común en niños, estos son totalmente dependientes de insulina. La diabetes gestacional, la cual es adquirida durante el periodo de embarazo. Esta puede llegar a desaparecer al terminar dicho periodo. Es importante mencionar que la madre debe monitorearse regularmente durante y después del embarazo y consultar con su médico para analizar los resultados de dichos monitoreos. El tipo de diabetes más común es la diabetes tipo 2. Esta se puede manejar con medicamentos orales e insulina y se caracteriza por la resistencia a la insulina que el mismo páncreas produce. Entre las causas asociadas a la diabetes tipo 2 se encuentran la obesidad o sobrepeso, el historial familiar, la edad, la raza y llevar un estilo de vida sedentario.

Muchas personas luego de debutar como diabéticos se sienten como si el mundo se acabara. Para estos, el diagnostico significa que tienen que sacrificar uno de los placeres de la vida. En su mente, el medico les dijo “No más dulcecitos, bizcochitos, mantecados, refrescos ni cafecitos”.  ¿Cuantas veces no hemos escuchado a una persona mencionar los niños tienen que estar “gorditos y colorao” para estar saludable? Este es uno de los problemas que los diabéticos y los profesionales de la salud enfrentan a diario. Como lograr cambiar cuando llegas a la adultez y los profesionales de la salud te dicen que debes mantener un peso adecuado para la prevención de enfermedades como la antes mencionada. A esto se le añade la dieta que llevamos en nuestro diario vivir. Los platos típicos que acostumbramos a ingerir no siempre son los adecuados para nuestra salud. La ingesta excesiva de alimentos como el arroz, las viandas, el pan, las bebidas carbonatadas y otros alimentos altos en grasa componen la mayor parte de platos que se consumen en nuestro país. Pero se me olvidaba, falta el postre que rara vez es una fruta fresca y por supuesto el cafecito. En muchos casos, el problema no es el tipo de alimento, si no la cantidad de estos que consumimos a diario. Algunos me comentarían una frase que está de moda, pues fácil lo que hay que hacer es no consumir carbohidratos y problema resuelto. Para las personas diabéticas, y los que no son diabéticos, no es tan sencillo y me explico.

La fuente principal de energía para el cuerpo humano es la glucosa y la forma más simple de obtener esta es de los carbohidratos. Cuando pienses en los carbohidratos puedes asociarlo con la gasolina y un auto. Si el vehículo se llena con $20.00 y le intentas echar 21.00, este se desbordaría por el exceso y pudiera causarte problemas más adelante. De igual modo si el vehículo no tiene la gasolina adecuada para este, puede ser que arranque pero es bien probable que si no le echas gasolina pronto, este se apague. La Asociación Americana de Diabetes recomienda que los carbohidratos sean el 50% del total de las calorías en un día. Es importante que un dietista / nutricionista licenciado sea el profesional de la salud que realice esta distribución, ya que está capacitado para considerar las necesidades especiales de cada persona. Entre los datos que este profesional debe evaluar se encuentran el peso, la estatura, la edad, el tipo de diabetes, el tratamiento médico que dicha persona está recibiendo y el estilo de vida de esta.

Algunos consejos nutricionales generales para el manejo de la diabetes que debe incorporar al cuidado que le proveen su médico y dietista/nutricionista licenciado son:

  • La mitad del plato sean vegetales
  • Evitar alimentos con azúcar añadida
  • Prefiera frutas frescas. De preferir jugos, asegúrese que sean 100% jugos ya que, 4 onzas de jugo 100% jugo equivalen a una fruta
  • Evite los néctares regulares y seleccione los que son “lite”
  • Escoja los alimentos altos en fibra (que sean igual o mayor de 3 gramos por servicio)
  • Evite el consumo de alimentos altos en grasa y colesterol
  • Lea los ingredientes de los alimentos y asegúrese que la palabra azúcar o “sugar”o algún derivado de este no esté presente en los primeros 4 ingredientes como por ejemplo “high fructose corn syrup”
  • Escoja alimentos que indiquen frases como “sugar free, no sugar added or unsweetened”
  • No omita ninguna de las comidas y sea consistente en los horarios y porciones de alimentos a consumir.
  • Realice por lo menos 30 minutos de actividad física todos los días. Comience con una cantidad de minutos que pueda tolerar. Aumente la cantidad de tiempo y la intensidad con que los realiza gradualmente.

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