El Síndrome de Colon Irritable
Por: Dra. Carol Torres Cotto
Gastroenteróloga
El Síndrome de Colon Irritable (IBS, por sus siglas en inglés) es un término que se utiliza para describir el malestar en el colon (o intestino grueso). Este síndrome se define como dolor abdominal crónico por al menos 12 semanas al año, que esté asociado a cambios en el patrón de evacuación y para el cual no parece haber una causa orgánica evidente. El síntoma cardinal en el colon irritable es dolor abdominal que usualmente se alivia con la defecación. El dolor va a estar asociado a cambios en la frecuencia de defecación o cambio en la forma de la excreta. Algunos de los síntomas del IBS son los calambres, sensación de hinchazón en el abdomen, producción de gas, mucosidad en la materia fecal, y cambios en los hábitos de evacuación intestinal. Algunas personas que padecen esta condición sufren de estreñimiento, que es una defecación infrecuente que puede ser dura, seca y dolorosa. Otros sufren de diarrea, defecación frecuente y floja. Algunas personas tienen estreñimiento y diarrea alternadas. A veces una persona que padece IBS tiene calambres y urgencia de mover el vientre, pero no puede hacerlo.
Usted puede haber escuchado el término “colon espástico” referido al IBS. A veces se confunde al IBS con enfermedades inflamatorias del intestino, pero esta condición no causa inflamación, sangrado, daño al colon, ni cáncer u otras enfermedades graves. Se clasifica como un “trastorno funcional”, lo que significa que si se examina el colon no se encuentran signos de enfermedad, pero este no funciona como debería hacerlo. No se conoce la causa del IBS, y todavía no existe una cura.
El Síndrome de Colon Irritable es la condición gastrointestinal más frecuente. Esta afecta alrededor del 15% de la población de los Estados Unidos y representa hasta el 50% de los referidos a gastroenterólogos. El impacto de esta condición en la sociedad es tremendo ya que es la segunda causa más frecuente de ausentismo al trabajo, representa un costo de unos 30 billones en los Estados Unidos, y tiene un impacto negativo en la calidad de vida del paciente. Estudios han demostrado que los pacientes con colon irritable reportan una calidad de vida peor comparado a la reportada por un paciente en diálisis.
El IBS es más frecuente en mujeres que varones a una razón de 2:1, y usualmente se diagnostica antes de los 50 años de edad. Un gran porciento de estos pacientes tiene historia de algún evento de estrés mayor en sus vidas. Hasta un 40-60% reportan abuso sexual en la niñez. Algunos casos pueden desarrollarse luego de una gastroenteritis infecciosa o de un episodio de diverticulitis. Esta condición es más común en personas de alto estatus social. Cuando comparamos esta condición con otras condiciones gastrointestinales, los pacientes con IBS visitan más al médico, van más veces a las salas de emergencia, usan más medicamentos, se hacen mayor cantidad de análisis de laboratorio, estudios y procedimientos, y frecuentemente tienen múltiples hospitalizaciones y cirugías.
La condición de Colon Irritable por muchos años se pensó que era causada por la mente, es decir, por estrés sin verdaderos eventos fisiológicos. Sin embargo los estudios han demostrado que en efecto hay varios mecanismos patofisiológicos que se han descrito. Entre estos se ha demostrado desordenes de motilidad gástrica e intestinal, hipersensibilidad visceral, inflamación a nivel celular, alergia o intolerancia a alimentos y estrés psicosocial. Aunque es cierto que en muchos casos podemos correlacionar aumento en síntomas con situaciones de estrés, sin embargo hasta el 70% de los pacientes con IBS reportan intolerancia a alimentos. Muchas veces el paciente puede reconocer ciertos alimentos que provocan los síntomas.
Las dietas de eliminación son el método más efectivo, aunque sumamente tedioso, para detectar intolerancia a alimentos. Esta dieta tiene que ser supervisada por su médico o una nutricionista. En la dieta de eliminación el paciente va a ingerir por un periodo usualmente de 2 semanas una dieta que consta de dos o tres nutrientes exclusivamente (ej. Papa y pollo). Si a lo largo de estas dos semanas el paciente está sin síntomas se añade entonces un nutriente y se observa si el mismo provoca síntomas. Si no provoca síntomas se añade otro nutriente y así sucesivamente, pero si provoca síntomas se presume la existencia de alergia y/o intolerancia a ese alimento o nutriente. Los alimentos más frecuentemente reportados de causar intolerancia son: queso, granos, cebolla, leche, trigo, aditivos, chocolate, mantequilla, yogurt, café, cítricos, huevos, repollo y nueces.
El tratamiento del Colon Irritable en la mayoría de los casos es sintomático (antidiarreicos, antiespasmódicos, fibra). Es imperante que exista una buena relación médico-paciente. El paciente tiene que tener confianza en su médico y tener la libertad de hablar y expresar sus síntomas. El médico a su vez tiene que identificar estresores o miedos que puedan estar provocando los síntomas. Es importante que el paciente entienda la naturaleza de su enfermedad y que esta no le va causar cáncer ni enfermedades mayores. El paciente debe estar atento a la dieta y el efecto de la misma en los síntomas. En casos más severos se recomienda terapia psicosocial, medicamentos antidepresivos y ansiolíticos.
En conclusión, podemos decir que la condición de Colon Irritable es una enfermedad común que puede tener un impacto tremendo en la calidad de vida del paciente. La condición se diagnostica en base a sus síntomas. Puede presentarse como estreñimiento, diarrea o tipo mixto (alternante). No hay un mecanismo único que explique esta condición. Los síntomas frecuentemente se relacionan a alimentos y en algunos casos la alergia a alimentos podría estar implicada. Establecer una relación efectiva medico paciente es lo más importante en el tratamiento de esta condición.