El pterigión una amenaza a la salud visual
Por: Dra. María Rodríguez
Optómetra
El pterigión (en inglés pterygium) consiste en una degeneración o crecimiento anormal del tejido de la conjuntiva, que es el tejido fino y transparente que cubre la superficie externa del ojo, que tiende a dirigirse desde la parte blanca del ojo (esclera) y hacia el tejido de la córnea que es la superficie anterior y transparente del ojo. La conjuntiva se hipertrofia y se vasculariza.
Las causas para que este tejido conjuntival se inflame son: por la falta de lubricación (falta de lágrimas) y por la exposición excesiva al sol, al viento o a otros agentes irritantes. Quien lo padece tiene la sensación de tener un cuerpo extraño o arenilla dentro del ojo, pueden sentir ardor, resequedad, sensibilidad a la luz y los ojos se ven enrojecidos constantemente.
En casos extremos estos pacientes se pueden quejar de visión borrosa o de fluctuaciones de visión, debido a que cuando crece lo suficiente para invadir el tejido corneal le quita la transparencia natural provocando astigmatismo secundario.
En pacientes que usan lentes de contacto el roce constante del lente con el pterigión provoca incomodidad, enrojecimiento, resequedad, movimiento excesivo o por el contrario falta del movimiento saludable del lente de contacto en el ojo y como consecuencia la visión no es clara o es variante, y en casos extremos podría el ojo ponerse en riesgo a que se produzca una abrasión o hasta úlcera corneal.
Los tratamientos más recomendados para el ojo con pterigión es lubricación constante con lágrimas artificiales, en casos extremos el uso ocasional de gotas antiinflamatorias por periodos cortos, gafas de sol con lentes polarizados, evitar a la exposición excesiva al sol y a cambios de temperatura extremos, al humo y al viento, entre otros.
Se recomienda remover el pterigión cuando se considera una amenaza para la visión y los síntomas se vuelven intolerables. La remoción se hace a través de procedimientos quirúrgicos totalmente ambulatorios y con anestesia tópica, que van a depender de la severidad de la condición, favoreciendo tanto la visión como la estética. La mayoría de los pacientes responden bien a la medicación, especialmente en combinación con medidas de prevención. El resultado postquirúrgico también es bastante bueno y no son comunes las complicaciones postoperatorias. Sin embargo, a pesar de que una haya sido removido quirúrgicamente, éste pueden recurrir. Para evitar una recurrencia después de la cirugía, se considera suturar o pegar una pieza de tejido de la superficie ocular sobre la zona afectada (trasplante de conjuntiva). Este método se conoce como autoinjerto conjuntival autólogo y tiene una tasa baja de recurrencia.
Vivimos en una isla tropical y estamos expuestos a los efectos del sol, la prevención y la evaluación visual son los métodos por excelencia para mantener una salud visual sana.