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El Déficit de Atención: la atención que genera

El Déficit de Atención: la atención que genera

Cuando trabaja para un grupo de psicólogos en uno de los hospitales para niños, me dí cuenta que la mayoría de los pequeños que llegaban a terapia eran diagnosticados con Déficit de Atención (ADD) o Déficit de Atención con Hiperactividad (ADHD). Muchos padres llegaban a la consulta ya con el diagnóstico en mente, es decir, ya ellos aseguraban que sus hijos iban a ser diagnosticados con ADD o ADHD. Algunos decían que los maestros les aseguraban que sus hijos tenían ADD o ADHD y que debían llevarlos a terapia. Cuando se les preguntaba a los padres sobre las desventajas que enfrentaban sus hijos o cómo su rendimiento académico se había afectado, muchos de ellos nos decían que sus hijos estaban en cuadro de honor, lo que nos hacía preguntarnos, ¿y entonces cuál es el problema?
En mi estadía como consultor de ese grupo de psicólogos me percaté grandemente de la necesidad tan apremiante que existe sobre educación del tema del ADD y ADHD. Yo me hacía muchas preguntas al respecto, ¿será que las pruebas que se utilizan no están estandarizadas en Puerto Rico? ¿Será la percepción del terapeuta? ¿El cerebro de un niño de 7 años estará desarrollado del todo? Esas y muchas otras preguntas me surgieron y me guiaron a investigar más sobre el tema.
En Puerto Rico uno de cada cuatro niños es diagnosticado con ADD o ADHD, representado 300 mil personas para un total del 7% de la población. Para el año 2013 la Organización Mundial de la Salud estimó que en el mundo existen 39 millones de personas con diagnósticos de ADD y ADHD. Las cifras son alarmantes por demás y sobre todo cuando un trastorno como ese afecta directamente el rendimiento académico porque lo que no se atiende no se aprende. Una de las preguntas más retantes que he tenido ha sido: ¿existirá tal incapacidad? Esto, sin entrar en teorías de conspiración sobre si las farmacéuticas y los grandes intereses crean tal diagnóstico y categorización para generar la cura (el medicamento) y vendérnosla. Me he dado a la tarea de investigar más sobre el tema y en estudios realizados en España por colegas neurocientíficos, se observó que niños con el diagnóstico presentaban menos oxigenación en regiones prefeontales del cerebro en comparación con niños que no tenían el diagnóstico. Por otro lado, los estudios realizados por el Dr. John Ratey de la Universidad de Harvard, con niños con diagnósticos similares, revelan que a través del ejercicio aeróbico (pupitres con pedales de bicicletas) los niños tenían mejor rendimiento académico, lo cual va en sintonía con los estudios sobre la oxigenación en las regiones pre frontales.
Por otra parte, es importante destacar que el cerebro tiene las propiedades para atender, posee la biología para que suceda la atención y aunque el niño aún no haya desarrollado su corteza pre frontal del todo, puede atender. Soy de los que creo que es imposible NO atender. Hoy día un padre dice que su hijo no puede atender sin embargo le presentamos un aparato electrónico con sus juegos predilectos y el niño puede pasar horas atendiendo el juego. ¿Entonces es la Atención Selectiva? ¡Pudiera ser! Como también pudiera ser que su cerebro va a un paso más rápido que el del maestro y por lo tanto se aburre. También pudiera ser manipulación como dicen muchos maestros y padres o sencillamente aún tenemos muchos mitos e información incorrecta que no nos hace entender cómo funciona un niño con ADD y ADHD.
El primer gran mito es que no pueden atender. El cerebro libera dopamina, serotonina y GABA (neurotransmisores químicos) que juegan un papel importante para producir la atención y el aprendizaje. Si ninguno de esos transmisores cerebrales está desbalanceado es imposible que el niño no preste atención. Cabe destacar que para que la atención ocurra deben de existir los elementos de la curiosidad y sorpresa. Otro elemento importante para la atención es el estado de alerta, nuestra mente necesita estar en estado de alerta para atender por lo que otros neurotransmisores asociados al estrés (adrenalina) cobran pertinencia. ¿Pero el estrés no es malo para el rendimiento académico? Otro mito. Nuestro cuerpo produce el estrés de manera natural, el estrés se vuelve adverso cuando no sabemos manejarlo por lo que otros estudios asociados a las funciones ejecutivas (áreas de control) no pueden pasar desapercibidos. El famoso estudio del “delay gratification” de la Universidad de Stanford donde los niños eran expuestos a cerca de 20 minutos de tentación frente a un dulce y rico “marshmallow” sin comérselo. El estudio realizado por la Universidad de Hardvard donde expusieron a niños a un “aircraft” (simulador de vuelo de avión) y los mismos manejaban el estrés por el entrenamiento de sus áreas de control ejecutivo.
Evidentemente el estrés académico, familiar y social pudiera afectar el aprendizaje del niño, sin embargo, pudiera suceder más bien por falta de controles ejecutivos que les impide manejar el estrés.
Otro gran mito es que la atención es unilateral. ¡Nada más lejos de la verdad! Confundimos la atención con contacto visual. Si bien es cierto que el contacto visual es importante socialmente hablando, también es importante destacar que la atención tiene varios canales. Podemos atender visualmente, auditivamente y sensorialmente. Un niño puede estar realizando garabatos en su libreta y haber atendido auditivamente la clase.
Basado en estos últimos dos puntos es que es importante resaltar que podemos atender, posiblemente lo que se nos afecte es otro elemento, es el enfoque. Atención y enfoque son dos elementos distintos. Tenemos la capacidad de atender pero sin los controles ejecutivos la atención pierde enfoque. Como una cámara sin calibrar nos desenfocamos cuando no hemos estimulado o desarrollado áreas de funciones ejecutivas.
Existen sinnúmero de funciones ejecutivas que producen ese control y por lo tanto el enfoque pero me voy a limitar a hablar de las tres más importantes. Control inhibitorio (capacidad de modular las emociones y el pensamiento), flexibilidad cognitiva (capacidad de solucionar problemas viendo desde otras perspectivas) y memoria de trabajo (capacidad de retener información por intervalos de tiempo). Esas destrezas cognitivas son determinantes para el desarrollo del enfoque y por lo tanto la modulación de la atención.
Como parte de nuestro proyecto investigativo en el programa de entrenamiento con Grupo Guayacán y Georgia Tech Venture Lab, estuvimos investigando las necesidades de los terapeutas cuando tenían que ofrecer tratamientos a niños con ADD y ADHD y descubrimos que 55% de los terapeutas atribuyen la falta de resultados terapéuticos al pobre compromiso e inconsistencia de los padres para llevar sus hijos a terapia. Por otro lado, el 81% de los padres con hijos diagnosticados con ADD y ADHD desean ver resultados y cambios, de la terapia que reciben, en el comportamiento de sus hijos. 54% de los parientes y/o familiares perciben a los padres de hijos con ADD y ADHD derrotados, frustrados y cansados.
Basados en muchos estudios como los mencionados hemos desarrollado una herramienta de realidad virtual (VR) llamada e-iQvr (environmental iQ) que es una aplicación de “smartphone” que tiene como fin propiciar un espacio virtual que genere enfoque para leer y que sirva de entrenamiento cognitivo para el desarrollo del aprendizaje. Otros expertos han desarrollado herramientas similares para ayudar a los niños a mejorar su rendimiento académico. Las nuevas tendencias y tecnologías han provisto un sinnúmero de recursos que buscan mejorar la calidad de vida familiar.
Por: Joel Acevedo Nieto, PhD
Entrepreneur y Educador en Neurociencias

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