El Cuidado de la Retina
El cuidado de nuestros ojos es extremadamente importante si queremos mantener una visión saludable y óptima por el mayor tiempo posible. Podemos decir que en la medida en que cuidemos y protejamos los ojos, en esa misma manera mantendremos una visión funcional y productiva durante los años de vida. Pero cuando hablamos de cuidar y proteger nuestros ojos, no solamente nos referimos a la protección física ante la agresión externa de cuerpos extraños, exposición al medio ambiente contaminado, exposición a la potencia radioactiva del sol y a las altas temperaturas, si no también debemos proteger a estos de las consecuencias muy serias que encara, especialmente la retina, frente a algunas enfermedades sistémicas como la Diabetes, la Hipertensión Arterial y la Hipercolesterolemia.
Y definitivamente, cuando hablamos del cuidado de la retina, tenemos que recalcar y enfatizar en el cuidado de nuestra salud física, manteniendo un estándar óptimo, evitar las condiciones antes descritas y si las padecemos, mantener siempre control de los niveles normales y aceptables, tanto de la Presión Arterial como la Diabetes y no menos importante, los que se refieren a Colesterol y Triglicéridos en sangre.
La retina es la parte más posterior de nuestro ojo. Es decir, se encuentra al final y en la parte de atrás de este extraordinario órgano y es la encargada de recibir la luz que entra y que mediante un proceso químico y eléctrico se convierte en un impulso nervioso que es enviado al cerebro a través del nervio óptico, con el resultado de una visión definida y clara. La retina está formada por tejido nervioso especializado y en ella se encuentra la fóvea central que se encarga de distinguir la visión fina y de colores. Además, la retina se caracteriza por tener y recibir una vascularización muy rica, dada por la arteria central de la retina que a la vez se subdivide en pequeños capilares en todo el territorio retiniano, llevando el riego sanguíneo a cada región de esta.
Como estructura altamente nerviosa y con un sistema vascular sofisticado y a la vez delicado, tenemos que sentir preocupación cuando de cuidar y protegerla se trata. Ante la amenaza que representa a la retina una condición sistémica como lo es la Diabetes, la Hipertensión Arterial y los altos niveles de Colesterol y Triglicéridos, debemos considerar seriamente los efectos traumáticos que estas condiciones patológicas y metabólicas pueden causar a esta importantísima estructura de nuestro ojo.
Entre las condiciones colaterales asociadas a estas enfermedades, está la Retinopatía Diabética, La Retinopatía Hipertensiva, Oclusión de la Arteria Central de la Retina, Desprendimiento de la Retina y Cuerpo Vítreo y otras. Todas ellas, con la consecuencia fatal de una pérdida de visión, en ocasiones irreparable.
En mi práctica mayormente preventiva, hago hincapiés y recalco en la importancia de cuidar y proteger nuestra retina ante los estragos del medio ambiente, recetando protección adecuada para el cuidado de nuestros ojos en general. Pero sobre todo, ante la amenaza continua que representan estas enfermedades sistémicas que hemos mencionado, exhortamos, y también entrenamos a nuestros pacientes diabéticos e hipertensos y con problemas de Hipercolesterolemia y Triglicéridos, a vigilar y monitorear muy de cerca lo que llamamos el concepto ABC; donde:
A= una Hemoglobina Glicosilada (HbA1C) menor de 7%.
B= una Presión Arterial igual o menor de 130/80mmgh.
C= a un Colesterol Malo (LDL) menor de 100mg/dl,
a un Colesterol Bueno (HDL) mayor de 45 en Hombres y 55 si es mujer. Y
a Triglicéridos en menos de 150mg/dl.
De esta manera, controlando estos números, usted estará protegiendo su sistema nervioso y vascular y por ende, protegiendo y cuidando posiblemente lo más valioso para usted; la retina, es decir; LA VISIÓN.
Por: Dr. Héctor L. Sánchez
Optómetra