Diagnóstico de VIH, ¿Y ahora qué?
Por: Lcda. Yashira M. Brito, Mpsy
Psicóloga/ Especialista en Trastornos de Ansiedad
Hoy día ya existe más información y educación sobre el Virus Inmunodeficiencia Humana, con sus siglas VIH; no obstante, para la persona que recibe el diagnostico, aceptar la noticia de un VIH positivo no es nada fácil. Conlleva cambios emocionales y psicológicos, sucumben en la desesperación y comienzan a experimentar depresión. Además, es notable el deterioro en sus relaciones sociales y de pareja; presentan una desesperación ante el futuro, ya que sus pensamientos se vuelven desagradables, en especial el miedo a morir en cualquier momento, comienzan a aislarse de familiares y amigos; ocasionando un cambio radical en su estilo de vida.
Estos cambios ocurren ante los pensamientos de prejuicio y rechazo que puedan recibir por parte de la sociedad, incluyendo sus familiares. Cuando le dan cabida a los pensamientos, estos se vuelven circulares y terminan hundiéndole, repercutiendo directamente en el estado inmunitario. Todo esto supone una fuerte angustia, ocasionando que la persona infectada no pueda expresar libremente sus emociones, ocultándolo; esto supone un obstáculo a nivel emocional y psicológico, ya que en esos momentos necesita ventilar y expresa sus emociones. La ventilación emocional es de suma importancia, ya que los ayuda a superar y asimilar más rápidamente el diagnostico de su enfermedad.
En cuanto a la aceptación de su tratamiento, requiere un esfuerzo y un estado de ánimo adecuado para conseguir la disciplina y la adherencia adecuada. El proceso de recuperación emocional no sucede del día a la noche. Depende de cada persona individualmente y de la ayuda que busque al enterarte de su condición.
El contemplar una autoestima positiva a pesar de un diagnóstico de VIH es de suma importancia; ya que se ve afectada por el aislamiento social al cual se ven forzados por miedo al rechazo, el no poder decir que viven con VIH. Fortalecerse, conduce a definirse a sí mismo y a vislumbrar sus metas a corto y largo plazo. Los ayuda a ver sus cualidades y defectos sin llegar a ser demasiado críticos y les permite liberarse de prejuicios ante lo que la sociedad pueda pensar, y ante sus propios juicios.
Existen muchos prejuicios sobre los portadores del virus entre la población general. Pero a veces los prejuicios los mantienen las mismas personas infectadas que se sienten culpables por haber adquirido la enfermedad al no haberse protegido en las relaciones sexuales. A medida que vayan superando dichos prejuicios, verán como el panorama se va aclarando.
Recomendaciones ante el diagnostico VIH positivo:
• Lograr comunicación afectiva – funcionan muy bien los grupos de apoyo, la sensación de pertenecer a una comunidad y de involucrarse en ella, puede ser poderosa.
• Estar cerca de otras personas que también son positivos, puede no sólo ser una red de apoyo, sino también recordarle que no está solo.
• Entablar relaciones afectivas más relajadas con otras personas con VIH, ya que amplían sus redes sociales, y ven que pueden llevar una vida normal. Es muy importante no quedarse metido en una burbuja, donde no te enfrentarás al rechazo, pero no traerá nada bueno a tu vida.
• Aceptación personal. La parte importante es trabajar hacia la aceptación lo que le hará vivir con el VIH mucho más fácil. Aceptar la realidad no hay que negar que se tenga la infección, y aunque algunas personas pretenden que no la tienen, ésta no es una actitud positiva. Consentirse amarse a sí mismo, conservar muy en alto la autoestima. La vida es siempre maravillosa, no hay que desperdiciarla en lamentaciones.
• Mejorar la nutrición hay que tener una alimentación adecuada.
• Dale un giro a tu vida, hay que volver hacia sí mismo e iniciar un nuevo camino.
• Vivir sin el sentimiento de culpa es muy importante que no vivas con un sentimiento de culpa por todo lo que ha pasado o por lo que haces.
• Comunicarse abiertamente es importante hablar sobre la enfermedad con familiares, amigos, la pareja. Muchas angustias y ayuda a conservar o recuperar la tranquilidad, que es vital para que no avance el VIH.
• Voluntad de vivir, desear estar vivo es quizás la condición más importante, tener conciencia de que es posible vivir bien y no sólo sobrevivir y reconocer que cada día aparecen nuevos medicamentos que aumentan nuestras expectativas de vida.
Ser diagnosticado con VIH no es un decreto de muerte ni el fin del mundo, es un concepto erróneo. La vida continúa por el mismo sendero, solo que se debe cuidar más la salud y para ello tal vez iniciar un tratamiento. Para superar cualquier miedo inicial, la clave es aceptar la enfermedad con una actitud positiva. Es así como se podrá mantener la calma. El proceso de recuperación emocional no sucede del día a la noche. Depende de cada persona individualmente y de la ayuda que busque al enterarte de su condición.