Daños emocionales de la Anorexia
Según el Manual de Diagnóstico y Estadísticas de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR), la anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria. Se describe como el rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla. La persona, independientemente si es fémina o varón, mostrará un miedo intenso a ganar peso o ha convertirse en obeso, incluso estando por debajo de su peso normal y comienza a perder peso de forma auto-inducida. Se altera la percepción del peso o de la silueta corporal, no se ven a sí misma físicamente como realmente es. Las personas con este trastorno alimentario, tienden a controlar la ingesta de alimentos y no se percatan del peligro a la salud que conlleva el bajo peso corporal.
El trastorno de la anorexia afecta en varias áreas de funcionamiento, a la persona que la padece. Estas áreas se pueden clasificar en daños: físicos, emocionales/ mentales, de conducta y sociales/ interpersonales. Los efectos emocionales/ mentales, pueden variar en la forma que se manifiesten de persona en persona.
El/ la paciente puede sentir tristeza, ansiedad, pensamientos irracionales, preocupación excesiva por el aumento de peso, falta de concentración, llanto y melancolía. Tienden a aislarse de actividades sociales para evitar ingerir alimentos, se muestran tímidos, con baja autoestima, con emociones negativas y con alta sensibilidad al rechazo y a la crítica. No soportan los fracasos y son autoexigentes. Ese proceso tiene un impacto negativo sobre la autoimagen de las mujeres que se sienten obligadas a tener un cuerpo delgado, atractivo, en forma y joven.
Existen varios tratamientos dirigidos a aminorar los signos y síntomas de la anorexia, logrando que el paciente se recupere en su totalidad y pueda llevar a cabo una vida sana y saludable. Primeramente es importante el reconocer que se tiene una condición que está afectando directamente su salud y que desea hacer un cambio. Busque ayuda profesional; ya sea con un experto de la salud mental (psiquiatra, psicólogo o consejero profesional), médico, enfermeras y nutricionista. El mejor tratamiento es aquel que trata al individuo de manera holística (en todas sus áreas), como lo son: farmacoterapia para los síntomas de la depresión, la ansiedad, el insomnio o irritabilidad. Por otro lado, la sicoterapia puede ir dirigida a mejorar los aspectos emocionales, cognitivos o del pensamiento y de la conducta. Así como lo sería el profesional en nutrición, el apoyo familiar y el enfoque espiritual.
Por: Lic. Yessenia Velázquez OTL/MHC
Occupational Therapist & Mental Health Counselor