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Compradores Compulsivos

Compradores Compulsivos

Llegó diciembre y con él una de las épocas festivas que más disfrutamos, las navidades y que aquí en ésta bendita isla son las más largas de todo el planeta. Época de luces, adornos, fiesta y también en la que más gastamos. Nos dejamos envolver por el ambiente tan bonito, tan festivo y nos ponemos generosos. Al puertorriqueño le gusta regalar, pero creo que se nos pasa la mano, si bien es cierto que obsequiar a alguien querido y especial con un bonito detalle en estas fiestas es ideal. Pero por alguna extraña razón en este tiempo queremos regalarle a todo el mundo, a esos vecinos que no has visto durante el ultimo año, al cartero, al jardinero, a todo el que te haga un favor o un trabajo y sumando y restando no podemos darnos ese lujo. Pero contrario a lo que dicen los números de tu chequera, lo haces…. si total es NAVIDAD. Y en enero comienzan a llegar los cobros de las tarjetas de crédito y entonces es que te sorprendes del mucho dinero que gastaste y empiezan las frustraciones de cómo vas a pagar y de empezar un nuevo año endeudado y ya se te fueron las ganas y todos los planes.
Algunos habrán cometido la locura de dejar de pagar el agua, la luz, hasta la casa, para poder comprar el plasma, el juego electrónico que el nene quería, la “Tablet” porque en el colegio todos los nenes tiene una, no vaya a ser que por no tenerla le de una crisis de identidad al niño o quién sabe que otras cosas compraron. Pero no quiero detenerme en esto, quiero hablar de lo que te llevo a tener esa hermosa factura encima de la mesa y la cual no tienes ni idea de como la vas a pagar. Si le preguntas a esa persona que todos los días a la hora del almuerzo se pasea por las tiendas, al que varias veces en la semana en vez de ir a su casa al salir del trabajo sigue directo a las tiendas, si es un comprador compulsivo, te diría ¿Yo?  ¿Un comprador compulsivo? Claro que no. Yo solo vengo a distraerme, a mirar, es bueno saber lo que esta en especial. ¿Acaso el tener 4 televisores LCD, 3D, de 52 pulgadas trae felicidad? ¿Une a la familia? ¿Nos hace sentir realizados? ¿Tener el celular último modelo, aunque hace apenas 6 meses que tienes el último, pero ya paso de moda, te hace diferente?
Conozco personas que tienen en una gaveta más de 6 teléfonos celulares prácticamente nuevos, pero al salir el último modelo corren a comprarlo. No esta mal comprarse algo si lo necesita, si lo puede comprar, pero comprar por comprar, no.  Debemos preguntarnos: ¿por qué lo hacemos? ¿Qué quiero demostrar? ¿Puedo pagarlo? No crea que sólo los que compran cosas costosas son compradores compulsivos, están los que compran chucherías, cositas. Cosas que no va a usar, cosas que no saben para que se usan, pero estaban en especial y había que comprarlas. Alguien me dijo una vez, es que no puedo salir de las tiendas sin por lo menos haber comprado algo, lo que sea. O, yo me lo merezco (como el anuncio), es mi bono de Navidad, bastante que me chavo durante el año, yo trabajo así que me compro lo que yo quiera. Le invito a hacer un experimento, levántese y abra el closet. Cuántas piezas de ropa tienen todavía la etiqueta, nunca las ha usado y dele memoria desde hace cuánto que están allí. Dígame que usted no se mata comprando cosas y siempre tiene puesto lo mismo, se le olvida todas las prendas, y  bisutería que tiene en la gaveta. Y están y aquí me incluyo los que deciden regalar (otra vez regalar) las cosas, a las amigas, vecinas, conocidos y lo que sobre para el “Salvation Army” y está bien; estamos ayudando a otros. Pero que tal si no hubiéramos comprado todo eso que no necesitamos, nos hubiéramos ahorrado un par de pesitos que tanta faltan nos hacen. Están los que no hay manera de que regalen algo, esos ya están en una enfermedad que los americanos les llaman “hoarders”. En español significa el que acumula cosas. Todos lo hemos hecho, todos tenemos de más, mucho más de lo que  realmente necesitamos para vivir, porque somos un país bendecido. Así que aprendamos a comprar con la cabeza, con la razón, piense, anote lo que necesita antes de salir de tiendas. No entre a las tiendas a menos que necesite algo. Trabaje y manténgase dentro de un presupuesto. Recicle, si a usted le regalaron algo que no va a usar, regálelo a otro.  Regale tiempo a los abuelos, visite a los seres queridos, eso la gente lo valora más. Aprendamos a comprar y a disfrutar de lo que nos rodea. Tenemos unas hermosas playas, montañas, ríos, salga y mire a su alrededor es gratis.
Por: Enid Novoa, BA, MBA

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