Cómo identificar señales de maltrato en el adulto mayor
Por: Mariangie Garay Tricoche, M.Ed., OT/L
Presidenta del Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico
La edad dorada llega con todas las bendiciones de la experiencia y situaciones vividas, pero también con la pérdida de ciertas destrezas y funciones del cuerpo. A veces el desconocimiento a los cambios físicos o mentales o condiciones médicas que se presentan en esta etapa de vida, hacen al adulto mayor más vulnerable al maltrato y al abuso.
Diferentes manifestaciones de maltrato se dan en el hogar, en la calle, en centros de salud, y pueden provenir de cualquier persona ya sea de un familiar o un particular.
Se conocen varios tipos de abuso los cuales incluye: la negligencia relacionada con la ausencia de cuidado por omisión o comisión; el maltrato emocional o psicológico como insultos, ataques, amenazas; el físico que se manifiesta en lesiones físicas, causar dolor o restringir la libertad.
Otros tipos de maltrato son el sexual como el sexo no consentido; el financiero que se da por el mal uso de los recursos del Seguro Social o de sus propiedades y el auto descuido que es cuando la persona no puede proveerse su cuidado, y es abandonada y no tiene ninguna supervisión.
El abuso puede dejar señales en el abusado, que nos pueden ayudar a detectar que algo no anda bien; como son hematomas, quemaduras, áreas de presión, fracturas, sarpullido, pérdida de peso, deshidratación, aseo e higiene deteriorada y equipos de asistencia tecnológica inservibles.
Otra conducta que puede ser observada cuando hay maltrato es que el cuidador insiste en estar presente durante la entrevista o evaluación del profesional, éste contesta por el cliente, se muestra indiferente y con coraje, si el adulto mayor de edad está hospitalizado no lo visita. También cuando ocurren eventos de negligencia el viejo se observa con miedo, pobre contacto visual, paranoia y ansiedad entre otros.
Otro factor de riesgo es el pensamiento suicida. La persona puede comenzar a dar señales de que tiene ideación suicida. Esto es, deja la medicación, compra un arma, hace un testamento, de repente se convierte en donante de órganos y regala sus posesiones. También se debe estar alerta a síntomas como el insomnio y la depresión.
El profesional de terapia ocupacional puede ayudarle a que el adulto mayor retenga sus funciones y previene un deterioro mayor. Este profesional evalúa y adapta el ambiente para que el paciente pueda vivir de forma independiente y segura hasta que la condición lo permita.
El practicante de terapia ocupacional tiene la responsabilidad ética y profesional de promover la salud y seguridad de sus clientes. En el caso de menores, si existe sospecha sobre abuso físico o mental, tiene el deber de reportarlo, completar un reporte y someterlo a las agencias pertinentes.
Se recomienda entrevistar, evaluar o intervenir sin que el victimario esté presente. Es importante dialogar sobre las relaciones saludables con el paciente, ser empático con la víctima y no juzgarla.
El manejo de ansiedad es parte integral del tratamiento, enseñando al paciente técnicas de relajación. Se trabaja aumentando independencia, participación y mejorar su estado de salud. Estos servicios se prestan en colaboración con otros profesionales y organizaciones. Se promueve la seguridad, autosuficiencia y prevención de la violencia.
La terapia ocupacional actúa directamente en estas situaciones para promover la salud, el bienestar y la participación en la vida, analizando y dirigiendo las interrelaciones a través de la ocupación, las creencias y capacidades del individuo, sus destrezas y patrones de ejecución, las condiciones que influencian su desempeño y el ambiente.
