Como afrontar el duelo en los hogares de envejecientes
Por: Dra. Vanessa A. Solís Arroyo PhD
Psicóloga especialista en adulto mayor
Cuando un ser querido reside en un hogar de cuido, ese vecino de cuarto que le toca se convierte en parte de la familia. Se comparte la cotidianidad y el día a día de las cosas más simples, pero más significativas, como es el conversar, comer juntos, ver un buen programa de televisión o celebrar festividades. Igualmente, los otros residentes y empleados que brindan apoyo se convierten en parte de su círculo dentro de esta comunidad. Bajo este escenario, unos de los retos más difíciles es la pérdida de estos compañeros que duele tanto como la pérdida de cualquier ser querido, amigo o hermano.
Por otra parte, debido al envejecimiento normal otro tipo de pérdida tiene que ver en ocasiones con el declive de la salud física. Es precisamente por estas razones que, cuando hay una muerte dentro del hogar de cuido, debemos de ser comprensivos tanto con la persona cercana, así como con el personal del hogar.
Ante un escenario de pérdida como el antes descrito, recomendamos las siguientes estrategias para manejar efectiva y compasivamente el duelo:
Es necesario validar los sentimientos, escuchar y ser comprensivo. Debes hablar de quien murió usando el nombre de la persona fallecida, y dejar que expresen sus inquietudes respecto a esta nueva vida cotidiana sin ese ser querido, aunque no sea familia de sangre. Esto ayudará a la persona acostumbrarse a la realidad de que este amigo o compañero no va a estar en la cotidianidad. Sé paciente y procura ser un buen oyente; tal vez tengas que escuchar la misma historia una y otra vez, pero sé paciente, pues la persona está procesando y aceptando esta muerte. Invítale a dar un paseo, a tomar juntos una taza de café o compartir una charla. La soledad se vuelve especialmente intensa en esta etapa de la vida, y hay que tratar de evitar que la persona se aísle.
El integrar actividades físicas o recreativas no sólo ayudará a su salud emocional en un momento especialmente delicado y de profundo estrés. Asimismo, lo ayudará a mejorar los aspectos emocionales que origina el duelo disminuyendo los síntomas de la depresión. Si esta persona se encuentra encamada, anímala a participar en actividades artísticas en la que puede identificar y expresar sus emociones más íntimas. Algunas actividades recomendadas son la música, pintura, fotografía y juegos. Tal vez sea una oportunidad para ampliar su red de apoyo, encontrando gente que se identifiquen con su pérdida. A su vez, puede compartir su experiencia de dolor mientras realiza actividades que le permiten tener un momento de distracción. No obstante, si no se demuestra interés en estos eventos, no le presiones, debes ser respetuoso con sus necesidades.
No obstante, si el apoyo familiar no parece suficiente o identificas signos de que no se está manejando el duelo saludablemente debes buscar alternativas. Si observas síntomas de desesperanza, irritabilidad y tristeza es importante buscar ayuda profesional – creando así un espacio en que la persona pueda expresar sus emociones, pensamientos y temores sin miedo a ser juzgado.