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10 señales que tu hijo tiene diabetes

10 señales que tu hijo tiene diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica en la cual el cuerpo falla en regular la cantidad de azúcar en la sangre.
Existen 2 tipos principales de diabetes, las causas y los factores de riesgo son diferentes para cada tipo:
Diabetes tipo 1: Puede ocurrir a cualquier edad, pero se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes. En esta enfermedad, el cuerpo no produce o produce insuficiente insulina.
 
Diabetes tipo 2: Es mucho más común. Generalmente se presenta en la edad adulta pero, debido a las tasas altas de obesidad, ahora se está diagnosticando en niños y adolescentes. Algunas personas con este tipo de diabetes no saben que padecen esta enfermedad. Con la diabetes tipo 2, el cuerpo es resistente a la insulina y no la utiliza con la eficacia que debería.
Según la edición del año 2014 de “Diabetes Report Card” cerca de 167,000 jóvenes menores de 20 años tenían Diabetes Tipo 1 en el 2009, y más de 20,000 tenían Diabetes Tipo 2 para el mismo año. Una alimentación saludable y actividad física es importante para la prevención. Aunque no siempre se presentan señales, es importante conocer aquellas que se pueden presentar cuando alguien tiene diabetes para que pueda ser tratado y controlado antes de tener consecuencias mayores.
Algunas señales de que su hijo está padeciendo diabetes son:

 

Constante necesidad de orinar: El cuerpo necesita insulina para disminuir el exceso de insulina en el cuerpo. Así que si el cuerpo no produce suficiente insulina, los riñones no pueden filtrar la glucosa y la eliminaran del cuerpo a través de los fluidos corporales, como la orina.
Sed inusual: Se trata de una sed casi insaciable, aun si toma agua sigue sintiéndola o al poco tiempo de tomar agua vuelve a sentir sed. Esta sed inusual es uno de las primeras señales que se presentan en los diabéticos.
Hambre extrema:  Se debe a que cuando la azúcar sube el niño se sentirá lleno, pero al momento que baje sentirá mucha hambre.
Pérdida inusual de peso: La falta de insulina en el cuerpo evita que la glucosa se use de manera adecuada para producir energía, ahora los riñones se tienen que esforzar más para eliminar el exceso de glucosa en la orina; pero el cuerpo sigue necesitando energía, así que la buscará en la energía de reserva en forma de grasa.
Fatiga e irritabilidad extremas: El exceso de glucosa en el sistema está ocupando las células y la corriente sanguínea, lo cual evita que las células produzcan buena energía para que puedas ser funcional.
Visión borrosa: El alto contenido de azúcar en el cuerpo puede provocar resequedad en los ojos, lo cual puede causar visión borrosa.
Cortes/moretones que tardan en sanar: Los vasos sanguíneos pueden dañarse por la presencia excesiva de glucosa, evitando que las heridas sanen rápido.
Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies: Cuando la sangre tiene mucha glucosa, se hace más difícil que fluya sangre a las extremidades.
Infecciones Frecuentes: Según se desarrolla diabetes se es más susceptible a las infecciones.
Piel crónicamente reseca: Esto puede ser señal de que la azúcar en la sangre no está permitiendo la hidratación de la piel.
Si se presenta algunas de estas señales es importante que hable con su pediatra para que le haga los exámenes necesarios.
Cuando se diagnostica diabetes a un niño es importante que los padres y miembros de la familia sirvan de apoyo. El proveedor de salud le explicará todo lo que necesita saber para manejar el diagnostico. Los cambios en la alimentación y actividad física serán importantes para el bienestar, involucrar a todos los miembros de la familia en estos cambios hará que el niño los acepte mejor. Recuerda los cambios que se hacen juntos son más fáciles que se conviertan en hábitos.

 

 

Por: Vilmarie Maestre
Redacción enSalud

Referencias:
diabeticnewsnow.com
Medlineplus.gov
diabetes.org

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